Más momentos, menos elementos

Muchos consumidores frecuentan centros comerciales para satisfacer sus necesidades básicas. En cambio otros consumirán para pasarla bien en algún momento de soledad y/o tristeza y lograrán un lapso de satisfacción.

¿Pero qué sucede luego de que se esfuma el efecto de la gratificación material inmediata?
Volverán a buscarla. Y así por delante, pues los bienes materiales no logran nunca satisfacer del todo al ser humano.

Y esto sucede porque somos seres humanos y necesitamos nutrir nuestras relaciones, precisamos presencia, atención y dedicación. Y quienes necesitan mucho de esto y aprenden a nutrir sus relaciones viendo el ejemplo en los adultos a cargo son los niños. Los chicos que tienen como modelos padres consumidores de bienes materiales y no de momentos y experiencias, terminan aprendiendo que las cosas son más importantes que las personas, y no aprenden a relacionarse bien con sus pares pero sí con ítems materiales.

Los padres que trabajan en exceso para darles a los hijos una mejor educación o el tal soñado viaje, entran en un modo de vida difícil de abandonar pues contraen infinitas obligaciones financieras. Y para cumplirlas se terminan alejando de sus hijos pues el día continúa con 24 hs y ellos pasan más tiempo cumpliendo con dichos deberes financieros que con sus hijos.

Cuando educamos es necesario pensar a mediano y largo plazo y ser padres es ser modelos a seguir. Desde Clinkky alentamos a cargar las mochilas de momentos irrepetibles en familia y/o con amigos y no de objetos materiales que envejecen en menos de lo que se podría calcular.