Cuando escuchamos este tipo de preguntas en diálogos entre niños es cuando comprendemos la relevancia que tiene la alfabetización financiera desde tempranas edades en nuestras vidas.

Volvamos al contexto del título:

-¡Qué bueno! Tu madre está siempre en tu casa ahora, ¿pero cómo hace para pagar las compras si no tiene trabajo?
-Nos explicó que siempre juntó dinero por si te pasa esto de quedarte sin trabajo por un tiempo. Y yo, cuando recibo algún regalo de dinero, hago lo mismo, me gasto una parte y otra por las dudas, la guardo.
-Ah, me gusta, es como tener un fondo por las dudas y te quedas tranquilo que siempre hay algo ahí.

Las investigaciones sobre las conductas de ahorro en niños y adolescentes, arrojan resultados que apuntan en la misma dirección al igual que el diálogo entre estos amiguitos. Entre los factores que influyen positivamente en estos comportamientos, se encuentran el fomento de los padres hacia el ahorro y el hábito que los propios adultos tienen respecto al ahorro. En este sentido, lo que en la literatura de las finanzas personales se conoce como Fondo de Emergencia -un ahorro que se realiza para momentos de dificultades económicas-, los niños lo incorporan como el fondo por las dudas, de forma gradual y natural, capitalizando así un conocimiento para toda la vida.